BritRanchera apuesta al ritmo
Si busca diversión, melodías y ritmo, esta es la opción. BritRanchera debuta con un álbum en el que nada más importa que pasarla bien, al filo de un pop rock diverso y bailable.
Por Jorge Coronel
BritRanchera – BritRanchera (2014). 4kchorecords. La diversión, por la diversión misma, es la clave en la que BritRanchera diseña su carrera. Pero, aún pudiendo tomar el camino ya recorrido –sus miembros se reparten entre Kchiporros y un ex Verduleros–, la banda se escapa de lo obvio y busca otra sonoridad. Afortunadamente, la encuentra.
Es lo que se percibe desde su apertura instrumental: un espíritu de charleton vestido de pop (La verdadera), que dará lugar a reminiscencias de rockabilly en Ranchera party.
De allí en adelante, el ritmo ganará el protagonismo de los tracks, con temas como Neptuno, primer corte del álbum. No habrá letras deslumbrantes ni poesía para evocar; más bien textos trasnochados que funcionan para seguir una línea que se dibuja, coherente.
Habrá arreglos de pop rock británico, otro tanto de gypsy punk, rock indie y ciertos güiños al folk. Ciertos rastros de locura, con la ranchera ‘aggiornada’ de Loca; los aires de hit de Último tren; la energía de Olas de asfalto –ideal para recitales– y la astucia de La cola, en la que el vocalista no vacila y se anima a un “Ay, ¡qué linda cola que tienes tú!”.
Una callejera Salir a matar, que pudo haberla grabado Babasónicos, preceden al spanglish extraño de Espunkglish; para seguir con la euforia de Play that funky y la adhesiva melodía de Qué tienes tú.
Entre la bohemia de Luna y la declarativa Gloria del Py –que se impone como himno de cierre–, BritRanchera presenta su primer repertorio, con el vocalista y guitarrista Mauricio Rodas, al frente de la composición.
A lo largo del repertorio, no faltarán güiños a referentes, como el caso de Wild Cherry, Van Morrison, Sumo y Manu Chao. Coproducido porBritRanchera y Matías “Chávez” Méndez, la agrupación también integrada por Julio Troche (guitarra y coros), Ricardo Oliveira (bajo y coros) y Fernando Peyrat debuta con un paisaje musical diverso, prolijo… y muy alegre. Que empiece la fiesta.
