Aunque la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) no cuente actualmente con recursos destinados al audiovisual, sí existen “estímulos” para las distintas etapas de producción y difusión.

Por Jorge Coronel

Cortos o largometrajes; ficción o documental. Todo lenguaje audiovisual requiere de un estricto plan de producción que constate las posibilidades de realización del proyecto. El productor de la cinta -muchas veces, en nuestro medio, el mismo director- tiene que rebuscárselas con ahorros y financiamientos privados para cumplir el sueño de filmar su película,  exhibirla y hacerla recorrer el mundo.

¿Cómo tocar las puertas correctas, en el momento indicado y no morir en el intento? En estos tiempos, las posibilidades son casi infinitas. Pero, paradójicamente, la realidad paraguaya es muy dura para el sector.

Es lo que constatamos cuando, desde la SNC, remarcan que “no hay recursos”. “No tenemos financiación para proyectos nacionales en este momento. Estamos trabajando con presupuesto recortado”, reitera Estela Franceschelli, directora general de diversidad y procesos culturales.

“El único programa de financiamiento que tiene la Secretaría de Cultura -propio- son los fondos de cultura, y nosotros este año no tenemos fondo de cultura”, sintetiza.

¿Qué opciones ofrece, entonces, esa institución a los artistas del audiovisual? Existe una serie de instancias internacionales vinculadas a programas iberoamericanos, red de productores y audiovisualistas. “El Estado nacional paga para estar allí un dinero, en cada caso es diferente. Ese dinero va a unos fondos internacionales; esos fondos internacionales están disponibles para los productores, para las producciones y coproducciones, para el fomento del audiovisual nacional, para festivales nacionales y desarrollo de los proyectos”, comenta Franceschelli.

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