Un show de enorme espectacularidad y calidad musical fue el que Lady Gaga dio anoche en el Jockey Club de Asunción.

Por Jorge Coronel y Kike Sosa

Intrépida, juguetona; irreverente y talentosa. Con una puesta en escena ambiciosa y con claras influencias de la reina del pop, la estrella mundial de 26 años incluyó al Paraguay como parte de su gira internacional, en el Personal Pop. Y hechizó a unas 40.000 personas, según cifras oficiales, que quedaron rendidas a esa parafernalia que la hace única.

La reacción al anuncio de hace un par de meses en el que se confirmaba que Lady Gaga, una de las artistas más relevantes y exitosas del momento, tendría a Paraguay como una parada en su suntuosa gira mundial “The Born This Way Ball” fue como pocas, llenando las redes sociales de miles de voces celebrando la noticia y no pocas mostrándose en desacuerdo dada la polémica que la “mother monster” siempre despierta.

Iba más allá de la música, el concierto estaba destinado a ser –de una forma u otra– todo un evento en el más amplio sentido de la palabra, uno de características inéditas para los espectáculos celebrados en Paraguay, un país que recién desde el año pasado comenzó a establecerse como punto de parada obligatoria para los más grandes artistas del mundo, un estatus que queda más consolidado que nunca luego de lo que tuvo lugar anoche.

Y es que la infraestructura que mueve Gaga con sus sorprendentemente elaborados espectáculos, ricos en maravillosos escenarios, extravagantes y vistosos vestuarios y una teatralidad que pocos artistas se permiten.

Pasaban las 21:10 cuando, por fin, las luces del escenario se apagaban y el grito de los fans se convertía en una verdadera explosión. Finalmente, a las 21:20, el enorme telón que cubría el escenario desapareció, revelando la impresionante “Haus of Gaga” e hizo su aparición la cantante, y como no podía ser de otra forma, su entrada fue espectacular, montada en un caballo con armadura y rodeada de bailarines personificando a guardias armados con rifles de asalto, para abrir el show con “Highway Unicorn”.

La artista se desplazaba alrededor del escenario, mientras la torre principal llevaba su rostro. Una cabeza sin cuerpo identificada como Mother G.O.A.T. aparece encima del castillo, anunciando que la “alienígena” Lady Gaga escapó, y –ataviada con un traje con estructura metálica que le daba una apariencia alienígena–, Gaga prosiguió el show con “Government hooker” mientras ejecutaba una sugestiva coreografía con un bailarín con un traje metálico parecido al de ella. Una mesa servía para proseguir con el juego. Luego de esto, desapareció del escenario.

Reaparecería momentos después encima de una versión inflable gigante de lo que parecía el vientre hinchado y las piernas abiertas de una mujer, gritando y gimiendo de agonía como si estuviera dando a luz, culminando sus gritos con un fuerte “¡Asunción!” y luego desapareciendo para literalmente “nacer” de entre las piernas inflables para interpretar –lógicamente- el tema que da nombre a su más reciente disco y a su actual gira mundial, “Born This Way”, causando una explosión de delirio entre las miles de personas presentes, quienes corearon a viva voz y bailaron durante toda la canción.

 

Leé la crónica completa en ABC Color.