Los artistas en un concierto son solo una mitad del espectáculo, y por lo tanto, que un concierto resulte uno más del montón o una experiencia inolvidable no depende absolutamente de quienes estén en el escenario.

Por Jorge Coronel y Kike Sosa

Este domingo, la legendaria banda de thrash metal Megadeth y las miles de personas que fueron a verla al Jockey Club hicieron juntos del concierto algo que quedará en el recuerdo. Si algo era obvio es que el concierto que Megadeth daría en el Jockey Club, el primero de la legendaria banda estadounidense fundada por quien fuera guitarrista de Metallica, Dave Mustaine, en Paraguay, tenía como objetivo a una demografía mucho más concentrada, exclusiva y específica que las de los multitudinarios conciertos de otras leyendas del rock como Aerosmith y Guns N’ Roses. Eran los fans acérrimos e incondicionales del metal los que serían mayoría.No había aspiraciones de intentar igualar en convocatoria a aquellos dos megaeventos rockeros o el también reciente e igualmente multitudinario show en vivo de los Black Eyed Peas. La organización –a cargo de Live Ace Entertainment Group– no esperaba que eso pasara, y el espacio para el público, mucho más pequeño que los sectores de los shows mencionados, fue copándose de acelerados espectadores a medida que la hora se acercaba.
A as 21:15, en medio de un impresionante juego de luces y humo, Megadeth saltó al escenario y, sin preámbulos, el thrash metal de uno de los «cuatro grandes» comenzó a sonar en el hipódromo capitalino.

«Trust», uno de los éxitos de mayor magnitud de la banda editado en el álbum «Cryptic Writings» (1997), fue el tema que abrió el show y, con él, la locura absoluta. Potentes coros de miles de voces acompañarían a cada una de las canciones que desde entonces se cantaran en el lugar; aquellos tantos representantes de la cultura de música «underground» paraguaya eran tan dueños de la noche como los artistas que estaban produciendo tan potente sonido sobre el escenario. «Wake Up Dead» –grabado en 1986– siguió a aquel primer tema, y el entusiasmo del público solo crecía, a la par de los poderosos solos de guitarra.

«Muchísimas gracias, chicos», sorprendió Dave Mustaine en un correcto español antes de que él mismo, el bajista y miembro fundador David Ellefson, el guitarrista Chris Broderick y el baterista Shawn Drover se dispusieran a continuar el show con «Hangar 18». El público acompañó la frenética canción con rítmicos gritos de «¡Megadeth! ¡Megadeth!».