Lejos de los excesos de otros años, la cantante y compositora argentina comparte su vida actual. Habla de drogas, sexo y rock; y de uno de los momentos que jamás olvidará en su vida: su relación con Fito Páez.

Por Jorge Coronel

Su nombre representa una de las voces femeninas más emblemáticas del rock argentino. Tocada por una varita mágica, el destino puso a Fabiana Cantilo al lado de una de las figuras más importantes de la música argentina, el célebre y prolífico Charly García.

El ex Sui Géneris la había convocado para hacer coros en su álbum “Pubis angelical”, primer disco solista de Charly. En 1985 le produjo su primer álbum solista, “Detectives”, luego de que –allá por 1983–, el autor de “Canción para mi muerte” la eligió como corista en el tercer disco solista de García, “Clics modernos”. Fue allí cuando conoció a Fito Páez, con quien mantuvo una relación de amor… y de excesos.

Tan importante fue esa relación para ella, que mientras toma una gaseosa en un hotel céntrico de Asunción se anima a confesar que su noviazgo fue uno de los mejores momentos de su vida. Es que el flaco rosarino, además del tiempo que la acompañó, se inspiró en ella para grandes creaciones como “Brillante sobre el mic” y “Cable a tierra”. Además de producirle dos discos, le compuso especialmente canciones como “Mary Poppins y el Deshollinador” y “Nada es para siempre”.

Hoy, a 22 años de “Algo mejor” –producido por Páez– recuerda la locura de grabar ese disco. “’¡Fue un quilombo grabar ese disco! Yo estaba en pareja con Fito, y salíamos a correr por las avenidas. Tengo la imagen de un Fito flaquito (¡porque ahora tiene un poco de panza!), y tipo comics, lo veía contar los autos que venían, y yo lo corría por la (avenida) Panamericana…”.

Ese álbum significó la masividad popular, dada especialmente con “Mi enfermedad”, canción escrita por Andrés Calamaro y que Diego Maradona utilizó como banda sonora de su regreso al fútbol (al “Sevilla”), mientras ingresaba a la cancha.

De la reciente discografía de Cantilo se destacan dos discos, que bien podría ser uno mismo: “Inconsciente colectivo” y “En la vereda del sol”. En ambos –producidos por Afo Verde–, la cantante rinde homenaje al rock argentino, a través de clásicos de músicos de ese género. Sin embargo, en ocasiones confesó negarse a grabar ese álbum.

-¿Cuál es el balance de esos discos? ¿Valió la pena?

-Estuvo bueno… (seca).

-¿No lo volverías a hacer?

-¡Ni empedo! (risas) El segundo lo hice porque justo me habían internado, uno está… (calla) y después tiene recaídas y volvés. Las recaídas son parte de la vida. Yo soy un ave fénix.

Leé la entrevista completa en ABC Color.